el sillón… sufre tu ausencia,
de pena mueren los cojines,
inconsolable el colchón
se arranca la tela a pedazos,
arrebujado e insomne
yace mi amor propio,
las ventanas no han dejando de llorar
por que nadie en esta casa nos ha enseñado
que el amor se acaba en ocasiones
aunque uno siga enamorado.


Imagen: El rojo sillón / Fabián Pérez