No me has bajado la luna y las estrellas

me has llevado a tocarlas
con las manos
con los pies
con las lenguas
de los cuerpos que tengo para darte
en las tardes de amor interminable
con la música de mi garganta
que tratas de silenciar
para que los astros no sientan celos
de tanto amor, de tanto arte
de tanta perfección resumida en tu mirada
a veces presente a veces faltante
atrás de esos párpados apresando el momento
apresando el instante mas dulce y más tierno,
la suave caricia, el tibio roce de tu cuerpo
hundido en lo más profundo de mis deseos
haciendo danzar la luna
haciendo salir el sol en plena noche de febrero,
enardecido y chispeante,
los gritos ahogados en sus brazos de fuego
rítmica danza instintiva de lo salvaje
en mi sangre estallando, atravesándome el cuerpo
en el segundo eterno y preciso…

en el que ya no puedo más


Imagen: Momento mágico / Robert Duval