Un montón de cosas que decir
y nada que decir
hay al verte
no importa la tristeza,
el enojo,
el cansancio…
no importa nada
la ciudad se desvanece
si me toma entre sus brazos tu mirada.
Acaso me hechizaron esos ojos
aquella tarde entre las voces de la gente
y los labios, y el cuerpo
acalorados
te acogieron
para siempre
en mi mente
Acaso te embruje
con la poción invisible de mis lunas llenas
o acaso te clavé
bajo las cejas
la silueta incandescente
de las caderas
Si fue un deseo cumplido
lo ignoramos,
ignoramos si fue un juego de las hadas
ya no importa
si más allá de tus pestañas
me dibujas con los dedos
en las sábanas

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