¿Y si el poema es un canto
exótico para el apareamiento?


Cuéntame un verso en la cama
para dormir despierta con la ventana abierta
y mi pecho hilvanado a tus manos

rózame la piel con las A de tus versos
hazme cosquillas muérdeme el cuello

cuéntame un verso en la cama
en una tarde lluviosa
en la cocina en la banqueta
en la sala en el patio trasero

cuelga en un gancho tu necia mesura
cámbiate el nombre quítate el credo

desnuda el relleno de mi vestidura
que escriba tu lengua en mi espalda
tus versos

háblame al oído aprieta mi cintura
huele mi perfume tócame sin miedo

cuéntame cien versos hasta la locura
para hacerte saber
cuánto te quiero



Imagen: Princess diaries III / Fabián Pérez